¿Qué puede hacer un humano para sobrevivir? Puede que otros no lo sepan, pero Mei Lin está dispuesta a sacrificarlo todo, incluido su cuerpo y su dignidad. Anhela que la vida florezca imprudentemente como las flores de primavera en febrero, aunque sea corta. Sin embargo, en realidad, vive como un sapo en el barro, escondida, fea y sucia. Lo único que sabe es que con la vida se puede hablar de otras cosas. Incluso si la vida termina, ¿de qué más hay que hablar? Sin embargo, ella nunca esperó que al final caería en manos de Murong Jin y ese bastardo, un hombre que una vez la trató como un juguete para complacer a otra mujer y al que ella recompensó cruelmente. Este hombre de mente estrecha y rencoroso resultó ser la causa de su caída definitiva.